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Lee Carroll

Lee Carroll

¡Agradecemos grandemente a toda la red de voluntarios que apoya esta difusión,
en particular a Leonor Botero y Guillermo Urbaneja!

El final del viaje a casa

24 de abril, 2005

Esta canalización fue presentada durante el último Retiro de El Viaje a Casa (Retiro # 10). Fue dada el último día, frente a los “graduandos” de ese evento. Es la continuación de la historia del Libro Quinto de Kryon, “El Viaje a Casa” y presenta “el resto de la historia”, tal como fue canalizada por Kryon para quienes realmente querían saber lo que sucedió después con Michael Thomas.

Gracias a todos los que creyeron en esta historia y que han sido bendecidos por sus muchas lecciones y significados.

Lee Carroll

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El final del viaje a casa 2005

Y ahora, graduandos, quiero hacer algo que han pedido muchos a través de todos estos años…..algo que no le he contado a mi socio y que él nunca imaginó que le contaría. Siendo apropiado y oportuno para este momento y para la energía de finalización, les contaré ahora – el resto de la historia - de El Viaje a Casa.

Hablemos de Michael Thomas. Habiendo pasado por el país de los siete ángeles – y estando de regreso en la Tierra con el descubrimiento de que casa significa ascender mientras se está en la Tierra, nos encontramos con un hombre cambiado. Indudablemente, es su ser ascendido [Yo Superior] el que ahora camina por el planeta con una vibración y comprensión más altas, pero asociado con el Humano que él es. Observen a Michael Thomas mientras va a trabajar. Su espada todavía está ahí; su escudo todavía está ahí; su armadura y el manto de Dios están ahí. Son invisibles, ¿lo saben? Él ha derrotado completamente a la bestia y sin embargo ésta siempre está con él a donde quiera que él vaya, y él lo sabe. Y eso está bien porque él sabe que tiene el control de esa bestia y de su propia biología. Lo más oscuro del planeta está dentro de él, pero él ahora lo controla. Lo más espiritual del planeta también vive dentro de él y él ha elegido permitir que se expanda.

Diariamente se le recuerda el profundo viaje que hizo en esa maravillosa tierra de aprendizaje. Y cuando ustedes como lectores dejaron la historia, Michael Thomas había encontrado un empleo. Pero no cualquier empleo. Porque el creador que vivía dentro de Michael Thomas miró a su alrededor y dijo, “¿cuál empleo en esta ciudad amplifica mi magnificencia?” Entonces lo encontró. Entró a un establecimiento que tenía un letrero que decía: No aceptamos solicitudes de empleo. No se molesten en aplicar. Estamos completos.

Tal como cuenta la historia, Michael Thomas entró al edificio y a los pocos minutos salió con empleo. El cargo era para hacer lo que mejor hacía. Michael Thomas era un organizador. Tenía carisma. Era un vendedor maravilloso para la compañía para la cual trabajaba. Hablaba inteligentemente; era creíble; era honesto y tenía integridad. Cuando negociaba con un cliente, todos salían ganadores al final. Encajaba en los sistemas de su cultura y al mismo tiempo se remontaba por encima de ellos. Después de eso la historia quedó suspendida….y quedaba a la imaginación de ustedes.

¿Qué le sucedió a Michael Thomas? ¿Acaso enfrentó cosas parecidas a las que ustedes enfrentan en este planeta como seres iluminados? ¿Qué sucedió después? ¿Encontró a la preciosa Anolee, y si lo hizo, cómo se desarrolló todo eso? ¿Dónde estaría él y dónde estaría ella cuando se encontraran? ¿Qué ocurriría? ¿Realizaría y manifestaría algunas de las cosas que los ángeles le dijeron que podía hacer? ¿Cómo utilizaría los principios que le habían enseñado en las siete casas?

Bueno, vamos a darles un pequeño esbozo…una instantánea de lo que sucedió después. Vamos a enlazar, para ustedes, los cabos sueltos de la historia. Y aquí están quienes merecen escuchar esto porque han facilitado muchas veces esta historia, a aquellos como ustedes, graduandos. Lo han enseñado hasta el final del escrito y ahora merecen escuchar el resto [hablando de los facilitadores del Viaje a Casa, Amber y Sid Wolf y Connie Okelberry].

Michael Thomas permaneció en ese trabajo por un buen tiempo, de hecho por varios años. Lo hizo excelentemente. Hizo una carrera y ascendió en la jerarquía organizacional de la estructura de esa corporación. También hizo enemigos. ¿Te sorprende eso? Hizo enemigos porque Michael Thomas tenía una luz resplandeciente.  ¿Has estado alguna vez en un lugar donde tu luz brilla tanto que enoja a las personas? La respuesta es sí, graduando…lector. Yo sé quién está ahí. Demasiado feliz, ¿no es así? ¿No encajas en el molde verdad? ¿Tal vez no te quejas lo suficiente ni participas en el drama del chisme?

La vida diaria es un sistema cultural y algunos de ustedes, Trabajadores de la Luz, simplemente no encajan. Porque es un sistema en equilibrio, y el yin y el yang están ahí – la oscuridad y la luz. Pero ustedes lo saben, ¿no es así? Michael Thomas tenía una vibración ascendida que encajaba muy bien con lo que él hacía.  Tenía integridad. Su luz ayudaba a la compañía, lo hacía. Pero había algunos a su alrededor, específicamente uno, que estaba a cargo de su departamento y a quien no le gustaba, para nada, Michael Thomas. Este supervisor hacía que las cosas fueran difíciles para Michael. Y Michael sabía la razón. Podía verlo claramente. Michael no se denigraba ni iba a las fiestas a las cuales se esperaba que fuera. Era un vendedor genial y entonces no lo molestaban. Pero él no “jugaba el juego”. Nunca se aprovechó de alguien y nunca agitó el drama que siempre estaba ahí para ser agitado. Cuando regresaba a casa del trabajo, bendecía a esta persona…su jefe, esperando que la luz lo cambiara y pudiera ver mejor las cosas gracias a la luz que Michael Thomas irradiaba. Pero no sucedió.

Michael Thomas estaba sintiéndose incómodo con su empleo. Estaba haciéndose más difícil porque su jefe inmediato no honraba su trabajo ni sus esfuerzos. Era casi como una batalla en la cual una persona ataca y la otra observa. No suena como una vida muy divina ¿no es así? Sin lugar a dudas, si uno le hubiera preguntado a Michael Thomas, él habría dicho, “Yo soy el faro de luz. Es una vida divina. Comprendo que hay muchas porciones de ella con las cuales debo lidiar”. Y lo hizo. Lo hizo bien.

Escuchando a otros en su trabajo, Michael supo que su desagradable jefe tenía una hija que recientemente había tenido un accidente. Estaba en coma en un hospital y su vida pendía de un hilo. Michael Thomas pensó en esto. Pensó en los ángeles y en lo que le habían dicho. Pensó en la energía de sanación y en lo que había aprendido en su viaje. Sintió compasión por esa pequeña que él había conocido en eventos sociales y que ahora estaba en coma. Sintió que de alguna manera ella era “familia” pero él no podía tomar acción a través del hombre que no lo quería. Él no quería decirle al hombre, “¿Puedo visitar a tu hija?”, porque parecería una pregunta trivial. El hombre se rehusaría y probablemente diría, “No, no tienes que hacer eso para obtener mi favor Michael”. La oficina de protocolo insistió en que él NO debía ir.

Michael Thomas estaba deseoso de estar cerca de esa pequeñita. Se dijo a sí mismo, “Si pudiera estar a su lado, podría llamar a los ángeles que me ayudaron. Lo único que necesito es estar en su habitación. Se que eso haría una diferencia”. Michael pensó mucho al respecto. ¿Qué puedo hacer que sea apropiado y tenga integridad? Tomó la decisión. Lo haría solo, sin permiso, porque cualquiera puede visitar a alguien en un hospital…pero se enteró que no era posible hacer visitas a cualquier hora. Pero Michael Thomas fue al hospital en todo caso, después de las horas de visita. Y por supuesto se encontró con una barrera pues una enfermera le hizo preguntas.

“Señor, ya pasaron las horas de visita. ¿Es usted familiar de esta niña? Porque solamente se le permite la entrada a la familia”.

Michael Thomas se mantuvo en pie y dijo la verdad.

“Soy familia”. Y lo dejaron entrar. Michael sonrió. Su verdad era que aquellos a su alrededor a quienes él amaba, eran todos familia y él sabía que eso era una realidad para él y también para ellos.

Michael se abrió camino hacia la habitación de la niña. Podía escuchar las voces de sus padres que estaban en una sala al final del pasillo, creada para quienes esperan la muerte de un ser querido. Podía sentir, en los pasillos, el desasosiego y la oscuridad. Podía oler la enfermedad pues era un lugar que estaba lleno de dolor y de desesperación. Muchos habían hecho su transición aquí – tanta emoción había permeado las telas y las paredes y éstas brillaban con el dolor del lugar. Michael lo sentía y casi que podía verlo. Él sabía que los Humanos dejan un rastro de su energía por dondequiera que van y sabía que muchos habían impregnado su angustia y descorazonamiento en las paredes cerca de las cuales él estaba pasando.

Después pensó para sí mismo, “Quizás esta preciosa pequeña niña es parte de ese proceso de muerte. ¿Quién era él para cambiarlo?” Recordó entonces lo que los ángeles le habían dicho sobre lo que es apropiado y oportuno y la familia e incluso sobre la muerte de sus padres. Si es lo apropiado, eso es lo que será. ¡Pero lo apropiado y oportuno se da en libre albedrío! También recordó lo que los ángeles le habían dicho sobre su responsabilidad con la familia y cómo, si él mostraba su luz en los lugares adecuados, las cosas podían cambiar. Recordó lo que los ángeles le habían contado sobre la predisposición de los Humanos y que le habían dicho que no había tal cosa como predestinación. Todo era libre albedrío y podía cambiar si un Humano individual elegía cambiarlo. Entonces Michael tomó la decisión. Ayudaría a la niña para que hiciera una mejor elección, después de que ella hubiera visto su luz – después de que percibiera la belleza de la razón para vivir, algo que la mayoría no conoce.

Encontró la habitación y entró ¡y allí estaba ella! Tan pronto como la vio, ¡lo supo, lo supo! Esta pequeña no estaba destinada para morir ahora. Ella estaba esperándolo y él lo sabía. Dio un paso más hacia adentro de la habitación e instantáneamente vio a sus amigos – siete de ellos…todos los colores eran vívidos con la sacralidad del libre albedrío. Tal como siempre hacía en momentos de intensa energía, dijo muy poco. Este hombre de cara radiante, llamado Michael Thomas, miró a la niña y le habló dulcemente.
 
“Querida, no es tiempo todavía ¿no es así?” y luego le contó una historia. Le contó sobre un ángel blanco que lo visitó una vez en el hospital cuando él estaba en coma. Y él sabía, hasta cierto punto, que ella podía escucharlo. Le contó todo y solo le tomó un momento. Después, Michael le habló directamente:

“Despiértate pequeña y descubre a Dios adentro de ti, porque todavía hay mucha más vida para ti, si así lo deseas. Porque tienes cosas para dar a la Tierra y a tus padres. ¡Te necesitamos!”. Los ángeles alrededor estaban orgullosos y vieron que Michael Thomas de intención pura no había perdido nada de lo que le habían enseñado. De hecho, ahora era un maestro. La habitación resplandeció y un coro de entidades invisibles y silenciosas cantaron una canción que podía escucharse en todo el universo. En la quietud silenciosa de ese momento, una luz brillante estaba encendiéndose…una vida permanecería en el planeta. Después de eso Michael salió de la habitación.

Mientras salía, escuchó cierta agitación. Miró hacia atrás y vio que los ojos de la pequeña niña estaban moviéndose. Estaba despertando. Se dio cuenta que debía salir rápidamente o sería descubierto. Los monitores conectados a ella estaban sonando indicando que había despertado y sus padres saldrían al pasillo inmediatamente. Michael se fue rápidamente por la escalera de emergencia.

Sucedió dos días después, en el trabajo. Se había regado la noticia de que la pequeña niña se había recuperado repentinamente, había salido del coma y estaba ganando peso. Muchos estaban celebrando, pero Michael no esperaba lo que sucedió después. Su jefe…el hombre que le había generado tantas dificultades, pidió hablar con él. Pero no llamó a Michael para que éste subiera a su oficina, sino que fue directamente al área de Michael, se sentó en el sofá y habló suavemente.

“Michael, voy a hacerte una pregunta y quiero que me respondas con honestidad”.

“Yo siempre soy honesto, señor”, replicó Michael 

El hombre se estremeció un poquito como si hubiera insultado a Mike. Pero continuó.

“¿Mike, estuviste o no visitando a mi hija en el hospital?”

Michael Thomas supo que estaba en problemas. Este sería el golpe final. Había roto el protocolo y había ido a verla en todo caso. Se preparó para lo que vendría. Iba a ser despedido. Esta sería la razón para el despido y aquí estaba su jefe, en la oficina de Michael, a punto de hacerlo.

Su jefe lo miró sin parpadear.

“¿Lo hiciste?” Y Michael Thomas se levantó y se preparó para lo peor.

“Si, lo hice”. El jefe guardó silencio por un momento y bajó la mirada. Michael Thomas se dio cuenta que estaba teniendo dificultad para mantener su compostura. Algo estaba sucediendo. El jefe levantó la mirada y Michael vio lágrimas en sus ojos.

“Mi hija me dijo que mientras dormía, un hombre de cabello rubio y rostro resplandeciente entró a su habitación. Y con él, y detrás de él, estaban todos los colores del arco iris. Dijo que el hombre le habló y le dio algo, un regalo que ella no esperaba y que no recuerda. Y luego el hombre partió. Y ella dijo que quería que su papá – yo – le dijera quién era ese hombre. Ella me dijo que quería conocerlo y estar con él porque tenía alegría”

Los dos hombres se quedaron en silencio…parecía que fuera para siempre. Luego el jefe de Michael se levantó y se dirigió a la puerta. Se dio la vuelta rápidamente y le sonrió a Michael.

“Gracias”. Es todo lo que pudo decir. Luego salió.

Michael Thomas había utilizado los cuatro atributos del amor aprendidos durante su viaje. El amor es silencioso. El amor no se ufana de si mismo. El amor no tiene agenda y el amor sabe cómo utilizar los otros tres atributos de una manera sabia. Debido a estos atributos, y a la manera como se dieron las cosas ese día, lo precioso de este evento se aplicó para todos. No hubo ningún perdedor entre ellos. Todos ganaron. ¿Podría ella haber muerto? Oh si queridos míos…oh si. Era su elección y estaba en camino a ello. ¿Te has preguntado alguna vez si tu luz hace una diferencia? ¡Si la hace! Michael Thomas lo sabía. El lo supo al momento de posar su mirada sobre ella en esa cama de hospital.

Michael no tuvo más problemas en el trabajo a partir de ahí.  Su jefe simplemente no lo molestó de nuevo. Sin embargo, y de alguna manera, él sabía que ya era tiempo de moverse. De hecho, había dos razones para ello. En primer lugar, ya había estado allí el tiempo suficiente para lograr el objetivo por el cuál había sido mantenido ahí. Él tenía muy buen sentido de propósito y de cómo funcionaba el Universo. Su trabajo con la pequeña niña había terminado…y esa era la razón por la cual había permanecido allí. Pero la segunda razón estaba aún más profundamente anclada en su mente, porque ven, Michael Thomas estaba contando los días. “¿Cuántos días debía permanecer en un lugar para llegar a conocer a todos los que hubiera allí para conocer? Y si una cierta persona, que yo sé que debo llegar a conocer, no está ahí, entonces debo moverme. Porque voy a encontrarla”.

Michael tenía un trabajo genial pero ya había conocido a todos. Había trabajado allí un buen número de años, había conocido a todos los vendedores, a todos los clientes, a todos en cada piso…buscando a Anolee. ¡La gente pensaba que Michael Thomas era uno de los tipos más amistosos del edificio!

Ellos decían, “¡Ese tipo va a todas partes!”. ¡Había ido a ver a los porteros, a los ayudantes e incluso fue al cuarto de lavandería!

“¡Conoce el nombre de todos!”, decían también. Era el hombre más amigable del edificio. Pero ella no estaba allí. Anolee no estaba allí. Michael Thomas frecuentemente se decía a sí mismo, “Bueno, si espero el tiempo suficiente ¿quizás ella llegará a mí?” Pero él sabía mejor. Ya había esperado bastante. Lo que tenía que hacer era encontrar otro trabajo. ¡Quizás comenzar a conocer otro nuevo edificio!

Michael Thomas se dijo a sí mismo: “Me gustaría emular a mi padre. Tenía su propio negocio de agricultura. Bueno, yo no soy agricultor y no quiero serlo y es difícil serlo en Los Ángeles”. Pero sin duda alguna Michael sabía mucho sobre agricultura. Había estado en el tractor con su padre muchas veces y lo había ayudado todos esos años. Conocía lo de las estaciones, la química, los secretos para la siembra, las semillas, todos los nombres. Conocía mucho sobre cosechas y plantas y cómo crecen y que hacer para que florezcan. Era extremadamente conocedor del tema. ¡Él era un agricultor! ¿Qué podía hacer con eso?

“Voy a crear mi propia empresa…una empresa en esta ciudad, que es un puerto importante, para importar y exportar semillas, biología y todo lo que cualquiera pueda necesitar para la agricultura, la agricultura es muy necesaria en muchos países”. Y lo hizo.

La siguiente etapa de la vida de Michael estaba por desplegarse. Con gracia y honor, entregó su carta de renuncia y le hicieron una fiesta – y le rogaron que se quedara, especialmente el gran jefe a quién tan solo había visto cuando lo contrataron. El gran jefe finalmente aceptó que Michael representaba un gran porcentaje de las ventas y le ofreció un gran aumento, incluso participación en acciones. Michael se dio cuenta de lo mucho que le habían ocultado y de lo valioso que él era para ellos. Se sintió entonces mejor de irse puesto que se había dado algo de engaño a nivel superior y por lo tanto no era aquí donde él quería quedarse. Pero no quería dejar a una persona…se había apegado mucho a la pequeña niña. Oh, él nunca le admitió que él era el que había estado en el hospital, pero cada vez que ella lo miraba, ella se quedaba sin palabras. Él era el ángel de sus sueños, el que había significado una diferencia. Ella lo recordaría por el resto de su vida. 

Michael Thomas comenzó con su compañía de suministros de agricultura. Importó todo tipo de químicos y de sustancias biológicas para cultivos. Se volvió experto en suelos y semillas especiales que encajaban en este tipo de empresa. La estableció, comenzó a operarla e inmediatamente tuvo éxito. Los agricultores lo amaban…en todas partes. Él hablaba en su idioma. Incluso hablaba con los de Minnesota. También lo amaban. Estaba en su justo lugar, en un área difícil llamada Los Ángeles, y le iba bien. Estaba también ofreciendo servicios a los del medio-oeste a quienes conocía y quería y también ayudaba con consultas y ventas a países del tercer mundo que apenas estaban comenzando a cultivar sus tierras. Y entonces, algo sucedió.

Un día que estaba muy ocupado su secretaria lo llamó por el intercomunicador

“Ese vendedor de fertilizante está aquí y quiere verte Mike”, dijo ella. “Es de la compañía a la que le pediste que te presentara un plan de precios hoy. ¿Recuerdas?”

Michael puso sus ojos en blanco. No tenía tiempo para otra presentación de otro vendedor hoy. Tenía una empresa exitosa y muchas compañías querían que Michael representara sus productos. Pero siendo quien era, Michael les daba tiempo para atenderlos.

“Dile al vendedor que entre”, le respondió a su secretaria.

“Uumm…es una ELLA”, replicó suavemente su secretaria.

“Okay, ¿cuál es su nombre?”  Michael escuchó un suave intercambio de palabras entre su secretaria y la vendedora.

“Su nombre es Anne”.

Michael sintió el cosquilleo. Se enderezó y dio dos vueltas alrededor de su escritorio. ¿Estaba listo? ¿Era ésto? ¿Podía ser? ¿Se atrevió a preguntar si era pelirroja? Pronto lo sabría.

“¿Michael?” dijo su secretaria. Michael se sobresaltó. ¿Estaba ensimismado pensando, o estaba asustado? Su secretaria se preocupó por su silencio.

“Dile que entre”. Michael estaba aprehensivo.

Por la puerta entró Anolee, pelirroja y siendo la perfecta imagen de la mujer especial que Michael había conocido en su viaje…¡una chica de campo! Michael Thomas se rio entre dientes y luego soltó una carcajada. ¡Estaba lleno de alegría! Escasamente podía contenerse a si mismo pero sabía que tenía que ser un poquito refinado en este momento. La última vez que se encontraron, aunque había sido un encuentro esotérico, él lo había estropeado todo. Entonces Michael escuchó a los ángeles reírse y se rio con ellos.

“¿Quién lo hubiera pensado? – ¡Una vendedora de fertilizantes!” Ella nunca hubiera llegado a su vida si él no hubiera escogido volver a sus raíces y seguir su pasión. No tenía que regresar a casa. Lo único que tenía que hacer era seguir aquello que su padre le había enseñado y mostrado. ¡Y ahí estaba ella! ¡Ahí estaba ella! ¡Había conocido a una chica de granja en la gran ciudad!

En retrospectiva, Anne le dijo a Michael que ese día ella pensó que había entrado a la oficina de una persona medio loca y que él estaba algo trastornado en su personalidad ¡y que lo único que sabía hacer era reír! Pero ella también quedó enganchada…por ese hombre de rostro resplandeciente, demasiado alegre para ser real y que no había desperdiciado el tiempo y la había invitado a cenar esa misma noche.

Sin duda alguna, eventualmente se enamoraron, por supuesto. Ella no tuvo que hacer esfuerzo. Él no tuvo que hacer esfuerzo. Cuando llegó el momento de tomar la fotografía de su boda, Michael Thomas se aseguró que el fondo de ésta fuera perfecto… similar al de la fotografía de la boda de sus padres. La había perdido en una de sus “sesiones de aprendizaje” durante una tormenta gigantesca. Michael puso esta nueva fotografía en un lugar prominente de la casa y frecuentemente la miraba. Dentro de ella veía cuatro personas, no dos. Al fin estaba viviendo su sueño, ser tan feliz como su madre y padre lo habían sido.

Tuvieron un bello comienzo juntos y Michael se contuvo de contarle a Anne sobre “su viaje”. En esos primeros años él se preguntaba cuándo estaría ella lista para escuchar sobre los lugares en los que él había estado con todos los ángeles. ¿Le creería ella? ¿Pensaría ella que él lo había soñado? Y cuando llegó el tiempo apropiado, le contó. Preparó el momento y el lugar para que pudieran tener disponibles muchas horas. Ella escuchó atentamente y sonrió de oreja a oreja cuando terminó. 

Lo que él no sabía sobre la vendedora de fertilizantes es que ella tenía muchos de los atributos de Mary, a quién él había conocido en El Viaje a Casa. Anolee estaba en un camino de ascensión, un camino de mucha espiritualidad y de gran comprensión. Incluso, siendo una mujer joven, ella había encontrado por si misma, muchas de las cosas que Michael tuvo que aprender por el camino duro. Estaban igualmente acoplados en esto. Se abrazaron cuando él finalmente le contó la historia de cómo él sabía que ella llegaría a su vida y porqué él se había alegrado tanto.  Ella le confesó a Michael:

“Eso es tan raro y gracioso. Porque yo tuve sueños. Yo también sabía que llegarías. Pero no esperaba a un agricultor”. Se rieron. ¡Tampoco él!

Entonces juntos construyeron un buen hogar. Luego llegaron las noticias: había un bebé en camino. Y ciertamente, llegó, una hermosa niñita. Y en el instante en que Michael Thomas supo que sería una niña, él le dijo a Anne.

“No hemos escogido un nombre todavía. ¿Pero qué tal te parecería si fuera Violeta?" Anne dijo que estaba perfecto. Anne sabía quién era Violeta y el ángel a quién representaba. Se sintió complacida con esta elección. Ellos no lo sabían pero Violeta, el ángel, también estaba muy complacida y frecuentemente visitaba a la pequeña niña en sus sueños. Violeta hablaría de esto con sus padres más adelante. Les contaría sobre ese ángel colorido que era su Hada Madrina.

No pasó mucho tiempo, en el plan de vida de Michael Thomas, y nació un pequeño niño. Tenía el cabello rojo encendido, tal como Anne. Pero esta vez fue Anne la que habló:

“¡Tengo el nombre!” exclamó Anne

“Apuesto a que se cuál es”. Michael estaba sonriendo y jugando con ella.

“¡Apuesto a que lo sabes! Llamémoslo Rojo.” ¡Otro ángel! Rojo, el que comía mal, como Michael le decía. Y si…el pequeño Rojo no era muy educado en la mesa y a pesar de la consternación de una madre que trataba de enseñarle al pequeño cómo comer apropiadamente, Michael soltaba una carcajada cada vez que Rojo escupía la comida. Michael tenía entonces que excusarse y salía corriendo al piso de arriba para poder reírse más.

Finalmente, y con el paso de los años, llegó el tercero. Michael Thomas sabía que serían tres hijos/as, porque en su previo viaje, ese ser angelical llamado Anolee que se había parado ante él, le había dicho, “Estos son nuestros tres hijos”. Nació el tercero, un hermoso niño de cabello rubio. Estuvieron de acuerdo en llamarlo Michael Thomas Jr.

Vamos a concluir esta historia contándote que ellos dos anduvieron por la vida con una luz increíble. Sin una iglesia ni una doctrina y sin pertenecer a ninguna organización, ellos creaban su propia divinidad a dondequiera que fueran. Y la gente los amaba por la paz y alegría que irradiaban. Y navegaron por las dificultades y los desafíos de este planeta así como lo haces tú y tuvieron que hacer ajustes y acuerdos en su matrimonio, así como los has hecho tú. Pero mantuvieron siempre su alegría. Y sus hijos la vieron dentro de ellos y crecieron emulándola para, eventualmente, esparcir aún más luz en el planeta.

Y entonces sucedió un milagro, y con esto terminamos.

Era tarde en la noche y Michael Thomas vió el arco iris en la habitación donde él estaba. Y los ángeles que conformaban este arco iris hablaron al unísono a Michael

“Michael Thomas, tenemos un regalo para ti. Ve abajo”. Y él bajó.

En la base de las escaleras él miró hacia la credenza (mueble) donde estaba la fotografía de su matrimonio. Pero no estaba sola. A su lado estaba la foto que él había perdido, la de su madre y padre el día de su boda. Los ángeles le habían devuelto su preciosa foto, que había estado custodiada por ellos.

¿Podían suceder este tipo de cosas? ¿Quizás solo en los cuentos? ¿Pueden suceder milagros de manifestación? Oh, si. Tan solo pregúntale a mi socio [Lee]. Él ha tenido un milagro en la vida real en 3-D.

Ahora en la credenza hay dos fotografías. Dos parejas que significaron mucho para el planeta, muy enamorados el uno del otro, un amor que dura y dura y trasciende incluso la muerte. Porque el amor deja un residuo y el planeta es un lugar mejor debido a él. Y esa es la historia de Michael Thomas. La historia completa, el resto de la historia. Él esperó muchos años antes de preguntarse si sus hijos podrían conocer su historia y ser capaces de aceptar eso que él había vivido en su “viaje”. Y extrañamente, el primero en saberlo fue Michael Thomas Jr., el menor…el Índigo. Ni siquiera parpadeó cuando Michael le contó la historia. Y eso no era tan extraño. Después de todo, el pequeño Mike tuvo años para percibir la energía de su papá y de su mamá. Ahora, esa vieja, vieja historia, ¡se vivía diariamente en esta casa! No era difícil.

Y ahí, queridos míos, es donde dejamos a Michael Thomas en términos de historia, para siempre. No hay muerte en la literatura. Si no se escribe, entonces no sucede. Él queda suspendido con su familia por todos los tiempos y nunca describiremos su muerte o su tumba o su final. Porque nunca sucede. Ves, esta es tu historia. Es una historia viva de la vida en la Tierra, que nunca termina, porque tú no terminas. Eres un ciclo de vida que es para siempre, uno sagrado que es un misterio para ti y es la base de cómo funcionan las cosas.

Algunos dirán, “Es demasiado trivial, demasiado perfecto. Tiene un final feliz”. Y entonces yo digo, queridos míos, lo que enseñamos es la divinidad dentro de cada uno, el potencial para un paseo perfecto con Dios…uno sin final. Pasar por los desafíos, las enfermedades, el drama, las dificultades, sosteniendo esa luz de tal manera que adentro de ti haya siempre una burbuja de alegría por dondequiera que vayas. Lo que sea que la vida te de, toma tu luz y transfórmalo en aquello que te sirva a ti y a aquellos a tu alrededor.

Y recuerda…el amor no tiene agenda. El amor es silencioso. El amor no hace alarde. Al ir de un lugar a otro y mirar a otras personas, ámalos primero y después pregúntales el nombre. Porque sus nombres cambiarán, pero tu amor no. Porque ellos son, sin duda alguna, a quienes encontrarás una y otra y otra y otra vez, en muchas encarnaciones. Son tu verdadera familia.

Lo más difícil para nosotros es irnos. Éste ha sido un tiempo especial para Humanos especiales a quienes amamos.

Y así es.

KRYON

Traducción: Leonor Botero